Hoy es 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, fecha en que se conmemora la reivindicación de igualdad de derechos de las mujeres, así como su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona.
El número de mujeres que practica deporte, ya sea por salud o por fines estéticos, ha ido creciendo en los últimos años. La mujer ha ido haciéndose consciente de la necesidad del deporte y la actividad física en su vida diaria y, poco a poco, ha reclamado su sitio en todas las disciplinas deportivas.
Es cierto que una mujer es su sonrisa, su mirada, su actitud ante la vida, su forma de andar, de pensar, de hablar, pero también es su forma de entrenar. Por ello, los boxes de CrossFit también han sufrido una evolución durante los últimos años: si en un principio eran pocas las mujeres que entrenaban, cada día son más las que reconocen la importancia del CrossFit para conseguir un cuerpo saludable y preparado para el devenir diario.
La sociedad nos trasmite unos prejuicios, unas ideas preconcebidas que al igual que el ego, se quedan en la puerta del box. Este deporte acaba por completo con la idea de la mujer como sexo débil. ¿Cómo puedes llamar débil a una mujer que lo da todo durante un entreno por largo que sea? ¿Débil una mujer que se coloca la barra tras los hombros y baja, como todos, por debajo del paralelo? ¿Que aprieta los dientes la tercera vez que trepa la cuerda, igual que tú? ¿Cómo puedes llamar débil a la chica que empezó con una goma a hacer dominadas y ahora estoy seguro de que puede vencerte?
Nunca llames débil a una mujer que veas dentro de un box porque, sinceramente, podría acabar pateándote el culo.
Gracias, no sólo a las mujeres importantes y famosas del pasado o las contemporáneas, sino también a las sencillas, que expresan su talento femenino en lo ordinario de cada día.