“La magia está en los movimientos, el arte está en la programación, la ciencia está en la explicación y la diversión está en la comunidad” – Greg Glassman (CrossFit Founder & CEO)
Si existe algún gran punto diferenciador entre CrossFit y otras disciplinas de entrenamiento, es el hecho de que en la base de todo lo que hacemos, está la Comunidad. Es este énfasis en las relaciones humanas el que, según nosotros creemos, nos permite generar cambios más allá de la salud física, y entrar en temas realmente profundos, que nos ayudan generar cambios en los estilos de vida de la gente y que hace del CrossFit mucho más que una metodología de acondicionamiento físico.
Pero concretamente, ¿Cuáles pueden llegar a ser los beneficios de pertenecer a una comunidad como la nuestra?
En CrossFit, podemos escuchar constantemente que, para alcanzar tus metas y generar realmente cambios que impacten de manera profunda en tu vida, es recomendable rodearte de gente que potencie y acompañe tu proceso, que estén presentes cuando la tarea se pone difícil y que sepan reconocer los avances cuando hay progreso. Esto es exactamente lo que la comunidad CrossFit hace por sus integrantes: los apoya y empuja a romper sus propias limitaciones, haciendo que lleguen a objetivos que muchas veces ellos mismos creían imposibles.
Es bastante común encontrarnos frente a obstáculos que parecen difícilmente superables, es decir, todos hemos vivido la frustración al intentar hacer nuestro primer movimiento gimnástico o al querer cargar ese peso extra en un levantamiento. Sin embargo, ver a un compañero logrando lo que creíamos imposible, nos da una sensación de cercanía que nos hace pensar que, si ese compañero pudo, que entrena como yo y sufre igual que yo, probablemente yo también pueda. Además de esto, recibir los gritos de apoyo de todos tus compañeros y entrenadores, acompañándote para que sigas avanzando, empujando o intentando una repetición más cuando no lo creías posible, es una de las cosas más emocionantes que se pueden ver en un entreno de CrossFit.
Un box es un espacio común de identidad. Tener un espacio protegido, de “liberación social” donde está asumido dar el máximo, donde todos están buscando dar su mejor versión y donde recibirás feedback positivo de tus compañeros, es probablemente un terreno mucho más fértil para obtener buenos resultados tanto en el corto como en el largo plazo, en comparación a la soledad e individualismo que usualmente podemos encontrar en un gimnasio convencional, donde el mayor intercambio de palabras que vas tener con algún compañero es “¿Estas usando eso?”
Lo importante son los vínculos profundos que se logran generar y cómo éstos nos entregan un sentido de pertenencia que nos ayuda a perseverar en el esfuerzo hacia una gran meta común que todos compartimos. A fin de cuentas, “Si quieres llegar pronto, viaja solo, si quieres llegar lejos, viaja acompañado…»