Propiedades de la crema de cacahuete
Aunque como todo fruto seco y sus derivados no es un alimento pobre en calorías, la crema de cacahuete se encuentra entre los alimentos de origen vegetal que más proteínas concentran y también, es excelente fuente de potasio, zinc, vitamina E y omega 3 para nuestros platos.
Además de sus vitaminas, minerales, proteínas y grasas insaturadas, los cacahuetes y la crema de cacahuete son buena fuente de fitoquímicos beneficiosos para el organismo como los flavonoides y otros compuestos fenólicos que tienen función antioxidante.
Incluso, un estudio realizado por científicos de Barcelona, señala que la crema de cacahuete contiene resveratrol en su forma más fácil de absorción por parte del organismo, de allí que sus beneficios podrían ser superiores.
Las propiedades de la crema de cacahuete no sólo se centran en su composición nutricional sino también en el efecto de diferentes antioxidantes y/o fitoquímicos con acción positiva en nuestro cuerpo.
Los beneficios de la crema de cacahuete
Por ser un alimento de origen vegetal, la crema de cacahuete puede ser de gran ayuda para prevenir carencias nutricionales en quienes llevan una dieta vegana, pues como hemos dicho, resulta fuente de omega 3 así como de proteínas y zinc, nutrientes que predominan en el reino animal.
Asimismo, por sus compuestos fenólicos la crema de cacahuete puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir enfermedades metabólicas tales como la diabetes, como concluye una investigación publicada en la revista JAMA.
Incluso, aunque la crema de cacahuete concentra muchas grasas y calorías, posee alta cantidad de proteínas lo cual se traduce en un elevado poder saciante que se ha vinculado a menor riesgo de obesidad y científicos de Filadelfia relacionan su ingesta con menor índice de masa corporal en adultos.
Todo indica que sus nutrientes y demás propiedades pueden beneficiar la salud con un consumo regular aunque por supuesto, no excesivo.
Bibliografía consultada | Food Reviews International, Volume 23, 2007 – Issue 2; J. Agric. Food Chem., 2000, 48 (12), pp 6352–6354, DOI: 10.1021/jf000786k; JAMA. 2002;288(20):2554-2560, doi:10.1001/jama.288.20.2554; J. Nutr. September 2008, vol. 138 no. 9 1741S-1745S.
Fuente: vitonica.com